Origen de la enfermedad
"La enfermedad es el esfuerzo que hace la naturaleza para curar al hombre"
Carl Gustav Jung
La enfermedad es el camino que nos lleva hacia la curación.
Nuestro cuerpo es un universo que funciona con la misma perfección, precisión e inteligencia que el cosmos.
El 99,999% del átomo es vacío, por lo que nuestro cuerpo está proporcionalmente tan vacío como el espacio intergaláctico. Aunque nuestros sentidos, nos digan lo contrario.
Somos vacío y energía vibrando armónicamente. Energía es información inteligente, es vibración y por tanto es, sonido. Nuestro cuerpo también es como un delicado instrumento musical que puede desafinarse, cualquier perturbación en él lo puede afectar.
Muchísimas veces la enfermedad es el resultado de nuestra forma de pensar y de sentir, y sobre todo de nuestra actitud frente a los sucesos y circunstancias de nuestra vida que modifican nuestra energía. Porque muchas veces no es lo que nos pasa en la vida, sino como nosotros reaccionamos frente a los acontecimientos.
Nuestra forma de ver la vida, es lo que determina como nos va en la vida. Síntomas y enfermedades, manifestaciones físicas de conflictos psicológicos y emocionales. No son otra cosa que la punta del iceberg. Lo que se ve a simple vista, es una pequeñísima parte. La verdad permanece oculta en nuestro subconsciente.
El que busca verdaderamente una solución a su enfermedad tiene que ir hacia su interior para poder sanar. Sobre todo si padece una enfermedad incurable, porque enfermedad incurable en realidad quiere decir curable desde el interior, desde nuestra conciencia.
Cuando una persona sufre un desequilibrio en su interior más profundo a nivel psicológico o mental, se manifestará en su cuerpo como un síntoma o una enfermedad física o psíquica. Un síntoma o una enfermedad es un toque de atención, nos están avisando de que prestemos atención, porque algo erróneo está pasando.
Es un mensaje del alma, un aviso del universo, es hora de hacer un cambio en nuestra vida. Muchas veces es cuestión de cambiar nuestra forma de pensar, de sentir y de ver la realidad. Ya que nuestra forma de ver la realidad, determina nuestra realidad.
¿Con que ojos sueles mirar la realidad? El síntoma o la enfermedad son procesos físicos visibles de un proceso nuestro psicológico invisible. El síntoma no es un monstruo al que debamos eliminar, es sólo un sistema de alarma que se ha puesto en funcionamiento, es una lucecita roja que se ha encendido, avisándonos de que algo en nuestro interior no anda del todo bien.
De la misma forma que tampoco hay que eliminar la fiebre, sólo controlarla, que no sobrepase los 40º. La fiebre en realidad nos cura, hace que el metabolismo de todo nuestro cuerpo se intensifique de tal forma que quema todas las toxinas, virus, bacterias o todo tipo de desechos metabólicos que ensucian nuestro medio interno. La fiebre en realidad, no sólo está acelerando el proceso de curación, sino que nos está sanando.
Para curarnos lo que hay que hacer es investigar en nuestro interior más profundo y buscar la causa de la enfermedad. Hay que apartar la mirada del síntoma o de la enfermedad y buscar más allá. Ir al origen, ir a la raíz del problema.
La enfermedad sólo tiene un fin, ayudarnos a reparar nuestras faltas, errores o carencias. La enfermedad en realidad es el camino hacia la curación. De hecho saca al exterior lo que estaba escondido y oculto. La enfermedad es el camino hacia la perfección, porque nos mejora como personas (sino a la corta, a la larga) y nos aporta una serie de valores que quizás antes no teníamos.
Si hacemos examen de conciencia, finalmente descubriremos la parte positiva que nos aporta la enfermedad. Si realmente queremos curarnos, deberemos sincerarnos con nosotros mismos y llevar estas faltas o carencias a nuestra conciencia, reconocerlas como tal. Muchas veces el problema no es tener faltas, defectos o carencias, sino no darse cuenta de ellos. Reconociéndolos, tenemos hecho la mitad del camino.
Todo el mundo ve los defectos de los demás, pero ¡que difícil es ver nuestros propios defectos! Muchas veces las personas con las que interactuamos, son espejos de nosotros mismos. Aunque nosotros nos veamos muy diferentes a ellas, en el fondo no lo somos. La sinceridad para con uno mismo es una de las más difíciles peticiones que nos podemos hacer.
El síntoma y la enfermedad ponen en evidencia cuestiones reprimidas y mantenidas ocultas, y por tanto nos hacen sinceros.
El ser humano tiene que aprender a comprender lo que la enfermedad viene a decirle. Cada trastorno, molestia o síntoma que ocurre en nuestra vida significa que hay una necesidad no cubierta. Debemos descubrir cuáles son esas necesidades. Y descubrir las pautas mentales causantes, la mayoría de las veces suelen ser rabia, crítica, auto-crítica, resentimiento, culpa, problemas afectivos, agresividad sin canalizar, problemas sexuales y todo tipo de pensamientos y emociones negativas.
Las personas con enfermedades cardiacas suelen ser personas que algo las ha obligado a cerrarse a la intimidad y al amor. Han endurecido su corazón. Y sólo se rompe un corazón duro. Estas personas que no escuchan a su corazón, que sólo se dejan llevar por la razón y la mente, acaban padeciendo alguna enfermedad del corazón. Finalmente el corazón toma el mando, y acaban a la fuerza prestando atención a su corazón.
Los enfermos de cáncer suelen ser personas que mantienen algún tipo de resentimiento de larga duración, o problemas emocionales pendientes con el pasado, que los hacen sentirse profundamente heridos.
La anemia está relacionada con una falta de alegría ante el proceso de la vida misma y con un sentimiento de no valer.
Las personas con hipoglucemia perciben la vida como una carga y se sienten abrumadas por esa pesada carga.
Hay una forma correcta de comer, basada en la adecuada proporción de hidratos carbono, proteínas y grasas que si la ponemos en práctica nos ayudará a solucionar este problema.
Las personas con diabetes (hiper-glucemia) tienen un afán no reconocido de realización amorosa y no son capaces de aceptar y abrirse al amor. El amor y lo dulce tienen una estrecha relación. El niño disfruta con el dulce, está en un periodo de su vida, en que necesita mucho amor. Y un adulto con carencias afectivas tenderá a darse un gusto con un dulce o con la comida en general, intentando compensar esa carencia.
Las personas con reumatismo tienen un sentimiento de víctima, una carencia afectiva y una amargura crónica.
Las personas con enfermedades artríticas suelen ser muy críticas con ellas mismas y con los demás, tienen una tendencia obsesiva a fijarse en lo negativo de la vida y de las personas. Y eso no hace sino que empeorar su mal. No se sienten amadas.
Las personas con colón irritable, suelen tener miedo a relajarse, y sienten inseguridad.
La crisis persistente de tos, en realidad es un deseo de ladrar al mundo, deseos que ser escuchado y tenido en cuenta.
Las personas con vértigo, tienen una obstinada negativa a mirar, porque lo que ven no les agrada. Sus pensamientos están dispersos, van y vienen.
Las personas con problemas de tiroides, sienten que no pueden nunca hacer lo que desean, además de un sentimiento de humillación.
Hipotiroidismo, desesperanza, bloqueo, la persona renuncia a todo intento.
Hipertiroidismo, rabia por ser dejado de lado.
Problemas en la piel, sentimientos de miedo, angustia, sensación de amenaza, problemas nerviosos. La piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo, es una gran superficie de proyección donde se muestran procesos psico-somáticos.
Erupción cutánea, problemas de contacto, roce y relación. Stress nervioso, miedo.
Acné juvenil, es la atracción y el miedo al instinto recién despertado de la sexualidad. No aceptación de uno mismo.
Psoriasis, la piel se vuelve como una coraza, uno se defiende protegiéndose. Detrás de toda defensa hay miedo a ser heridos. Cuanto más robusta la coraza, más sensibilidad y más miedo escondidos.
Prurito, irritación, ardor por temas de sexualidad y agresividad.
La conjuntivitis está muy relacionada con actitudes de enfado y frustración con lo que se ve en la vida.
El orzuelo, los niños y las personas con esta inflamación del párpado suelen ver la vida con ojos airados. Hay algo que les produce enfado.
Cataratas, lo que se ve, no produce alegría y no gusta, por tanto se cubre con una tenue cortina para mitigarlo.
Migrañas, las pueden producir muchos factores, desde un estreñimiento, tensión nerviosa, stress, ayuno, intolerancias y alergias ante un alimento, insatisfacción sexual (falta orgasmos), resistencia ante el fluir de la vida, auto-critica, invalidación de uno mismo, miedo.
Problemas en la garganta, laringitis, afonía, furia que impide hablar, impulso tremendo a hablar e incapacidad y miedo de hacerlo.
Nudo en la garganta, miedo, desconfianza.
Amigdalitis, miedo, rabia, emociones y creatividad reprimidas, la persona no puede ser ella misma.
Vegetaciones, conflictos familiares. Niño que se siente un estorbo.
Enfermedades pulmonares. Mediante la respiración todos estamos en contacto, respirando el mismo aire. Por muy deseosos que estemos de encerrarnos en nosotros mismos, la respiración nos obliga a mantener la unión con los demás. Los pulmones representan la capacidad de comprender e inspirar la vida. Son el contacto, la relación y la comunicación con el entorno. Aflicción, depresión, miedo de inspirar la vida. Sensación de no ser digno de vivir plenamente, problemas de contacto y libertad.
Asma, problemas de contacto, roce y relación. Miedo.
Pulmonía, Neumonía, heridas emocionales sin cicatrizar, no se permite su curación. Cansancio de la vida. Enfado.
Bronquitis, ambiente familiar conflictivo, peleas, gritos. Falta de comunicación, silencio.
Dolores, en general. Sentimiento escondido de culpa. La culpa busca castigo y el dolor es el castigo. Resistencia a lo que es. La resistencia crea más dolor. Algo necesita un cambio.
Meteorismo, dolor por acumulación de gases. Aferramiento de ideas y posturas. Temor. Ideas no digeridas.
Aerofagia, angustia, indigestión, esforzarse en aspirar la vida.
Enfermedades sanguíneas, las personas con este tipo de problema suelen padecer o haber padecido de problemas y conflictos familiares graves.
Las personas con sobrepeso suelen tener sentimientos de miedo y se suelen sentir desprotegidas, en muchos casos suelen ser personas con carencias afectivas e insatisfacción sexual. La comida se convierte en un paliativo de su insatisfacción, del tipo que sea. El sobrepeso también lo favorece la soledad, el aburrimiento, la tristeza, el rechazo, un sentimiento de fracaso, la sensación de impotencia, y las ideas negativas. La única dieta efectiva, es la abstención de pensamientos negativos. Muchas veces engordan más los remordimientos por el alimento que te estás comiendo, que el alimento en sí. Porque si tu crees que te engorda, ten seguro que lo hará. Creer es crear.
Periodontitis (piorrea). Cólera ante la incapacidad de tomar decisiones.
Anorexia nerviosa, mujeres que no quieren ser mujer, repudio a la feminidad y a la sexualidad. Miedo al sexo, a la proximidad y al calor. Egocentrismo encubierto, ansían atención y la consiguen por medio de la enfermedad. Tienen que hacer consciente su deseo de amor, sexo y egocentrismo.
Depresión, sentimiento de desesperanza. La agresividad no expresada o canalizada, se re-dirige hacia dentro, temor tanto a la vida como a la muerte. La agresividad hacia uno mismo, alcanza su máximo en el suicidio. Sentimiento de culpabilidad, baja auto-estima, ideas y pensamientos negativos recurrentes.
Ansiedad, la otra cara de la depresión. Depresión y ansiedad, distintas manifestaciones de la misma enfermedad. Pensamientos y creencias negativas. Se tiende a proyectar la mente en el futuro, lo que no nos permite vivir el presente. La preocupación y el sufrimiento psicológico, es un camino directo a la enfermedad. La fiebre de la prisa, aumenta la ansiedad.
Insomnio, Miedo, culpa, pensamientos negativos. Desconfianza en el proceso y fluir de la vida. Angustia, miedo de la vida, falta de confianza en el proceso de la vida. Resistencias, falta de fluidez. Pensamientos negativos. Apatía, negativa y resistencia a sentir, porque no agrada lo que se ve y se siente. Miedo.
Esclerosis múltiple, rigidez mental, dureza de corazón contra sí mismos y contra el mundo, miedo, inflexibilidad. No aceptar otra forma de ver las cosas. Su mismo nombre ya lo indica, múltiples endurecimientos. Al ser incapaces de imponerse, su frustración la interiorizan re-dirigiéndola contra sí mismos.
Problemas de espalda, se suele sentir una falta de apoyo en la vida. Suelen ser personas que se sobrecargan de trabajo y presión, más de la que pueden aguantar. Y sienten este exceso de tensión en forma de dolor de espalda. Cargar demasiada responsabilidad sobre nuestras espaldas revela un afán oculto de grandeza o quizás un complejo de inferioridad.
En la parte superior es un sentimiento de falta de apoyo emocional. Sensación de no ser amado.
En la parte media, sensación de llevar una pesada carga, atascamiento en el pasado.
Las personas con dolores en la parte baja de la espalda suelen padecer constantes problemas económicos en su vida, o al menos esa es la percepción que ellos tienen. Sienten una falta de apoyo económico.
Ciática, temor al futuro y a carecer de bienes materiales, inseguridad ante el porvenir. Rencor, agresividad reprimida, rechazo a algo o a alguna persona.
Tortícolis, falta de flexibilidad en nuestras opiniones y forma de ver la vida, rigidez de pensamiento. Terquedad.
Problemas de estómago, Incapacidad de digerir, asimilar lo nuevo en nuestra vida. Temor a lo nuevo. Falta aceptación.
Indigestión, miedo visceral, terror, angustia. Quejarse por todo.
Estreñimiento. Temor a soltar. Sentimiento de falta y carencia. Negativa a abandonar viejas ideas. Tacañería. Mezquindad.
Hemorroides, rabia por el pasado, temor a soltarse, sensación de carga.
Fibromas, quistes. Resentimiento, rencor contra la pareja afectiva. Sentimiento de "me han lastimado y herido injustamente".
Fibrosis quística, convicción de que la vida no va a ir bien, sentimiento de víctima.
Problemas en las articulaciones, representan cambios en la orientación de la vida, y la dificultad con que se llevan a cabo. Resistencia al cambio. Los cambios producen miedo.
Los riñones son la sede de la convivencia y de la comunicación con el prójimo. Los dolores y afecciones de los riñones se presentan cuando hay problemas de convivencia, problemas de relación con nuestros semejantes.
Vejiga de la orina, ante determinadas situaciones que nos producen tensión psicológica, experimentamos una necesidad de vaciar la vejiga. La tensión que se experimenta a nivel mental, acaba manifestándose en el plano físico, a través de la vejiga.
Hepatitis y problemas de hígado, es la sede de la rabia, ira, indignación y agresividad reprimida. Miedo y resistencia al cambio.
Cálculos biliares, amargura, juicios condenatorios, agresividad reprimida y petrificada.
Ictericia, prejuicios internos y externos, la forma de pensar y la razón están desequilibradas.
Herpes labial, enfado, disgusto y temor de expresarlo.
Herpes genital, culpa sexual, remordimientos.
Problemas menstruación, rechazo de la feminidad, culpa, temor. Relacionar genitales con sucio y pecaminoso.
Menstruaciones abundantes, se deben a que la mujer está sometida a un estrés emocional excesivo, combinado con la creencia de que no tiene ningún poder de elección en su vida y de que sus opciones están controladas por otros.
Problemas de la menopausia, miedo a envejecer, miedo a dejar de ser deseable, sensación de cualquier tiempo pasado fue mejor. Amargura por las oportunidades perdidas. Rechazo de una misma.
Rechinar de dientes al dormir, agresividad no manifestada, muchas veces inconsciente. Agresividad impotente, en estado latente.
Hipertensión. Personas que tienen un conflicto, pero que no lo afrontan. Viejo problema emocional no resuelto. Indicio de agresividad reprimida. Rehúyen los conflictos.
Hipotensión, ante un conflicto se evaden. Les falta ánimo y valor. Rehúyen los conflictos. Derrotismo.
Cuando padecemos algún tipo de gripe, catarro, resfriado, suele ocurrir que alguna situación de nuestra vida, nos ha hinchado las narices (metafóricamente) y nos está produciendo enfado (conflicto mental) y esa rabia se acaba manifestando en nuestro cuerpo. El conflicto mental al igual que un disgusto provoca el debilitamiento del sistema inmunológico y por tanto mayores posibilidades de enfermar.
Infección, enfado, irritación, rabia, fastidio.
Inflamación, ira, rabia pensamientos inflamados. Miedo.
Mononucleosis, enfado y rabia por no recibir amor y aprecio.
Adicciones, esconden algo. Toda adicción evita el contacto con la emoción. Puede ser un sentimiento de vacío existencial, falta de amor, sentirse solo, desconexión con nuestro ser superior. Nuestra realidad nos hace sufrir y la adicción enmascara nuestro sufrimiento, de forma temporal para luego recrudecerlo.
Heridas, enfado con uno mismo, conflicto mental. Culpabilidad.
Sida. Amor y sexo deben ir juntos, tienen que estar en equilibrio, sino no es posible alcanzar la unidad. Disociación entre amor y sexualidad. El amor no vivido, pasa al subconsciente, y a la larga se manifiesta en el cuerpo en forma de destrucción de las defensas del organismo. Amor es apertura, vulnerabilidad, entrega, unión. Amor no vivido en el plano espiritual, se vive en el plano físico, con una aniquilación de las defensas físicas.
Alzheimer, Negarse a enfrentar la vida. Desesperanza, desamparo.
Accidentes, incapacidad de hacerse valer, rebelión contra la autoridad. Problemas no resueltos. Son aprendizajes forzosos. Los accidentes a pesar de venir de fuera, están íntimamente ligados con nuestro interior. Por la ley de resonancia no podemos entrar en contacto con algo con lo que no tengamos nada que ver. La propensión al accidente existe para un determinado tipo de personas. Es una parada en nuestra vida, que debemos investigar. De esta nueva situación deberá surgir algo nuevo, una nueva orientación.
Nosotros somos responsables en un porcentaje muy alto de nuestra salud y de nuestra enfermedad. Pero esto no se tiene que percibir de forma negativa, sino todo lo contrario, hay oculto un mensaje positivo. De la misma forma que tenemos el poder de crearnos una enfermedad, tenemos el poder de curarnos esa enfermedad. Nuestra mente es tremendamente poderosa, nos puede hundir y enfermar pero al mismo tiempo nos puede salvar y curar. Sólo de nosotros depende.
Dentro nuestro, en nuestro interior más profundo, existe un lugar desde el cual todas las cosas son posibles. Los terapeutas estamos para ayudar pero quien realmente se cura es el paciente, el propio enfermo, y se cura cuando decide curarse. Cuando decide ir hacia su interior y preguntarse qué está haciendo mal, o quizás deberíamos decir que está pensando mal y por tanto sintiendo mal. Es responsabilidad de cada uno de nosotros, el buscar, indagar, cuestionar, perseverar hasta poder encontrar el mensaje, la enseñanza valiosa que se oculta en cada situación, suceso, vivencia, circunstancia, síntoma y enfermedad.
Cada vez que veamos un defecto en otra persona, deberíamos hacernos un exámen de conciencia, y cuando seamos capaces de ver nuestros propios defectos, sentiremos más comprensión ante los defectos de los demás. Otra práctica de crecimiento interior es centrarnos en encontrar virtudes en el prójimo, en lugar de enfocarnos en sus defectos. Si verdaderamente lo intentamos de corazón, las descubriremos. Ya que todos absolutamente todos, somos un compendio de defectos y virtudes. Es sólo cuestión de cambiar nuestro enfoque, en vez de mirar lo negativo, mirar lo positivo. La cara siempre mirando a la luz, y de espaldas a la oscuridad. En la vida no todo es blanco o negro, hay una gama infinita de grises.
Necesitamos cuidar bien nuestro pensar y sentir. Hay que tener una actitud mental positiva ante nosotros mismos, hacia los demás y hacia la vida en general. Y sentirnos conectados espiritualmente. Si realmente queremos una vida dichosa, deberemos tener pensamientos dichosos, lo cuales crearán emociones dichosas. Tenemos que aprender a observar a las personas y a los hechos sin que nuestro ego automáticamente cree un juicio de aprobación y conformidad o bien de condena o repulsa. A todos nos resulta tremendamente doloroso asumir nuestra responsabilidad total en nuestra vida, nuestras circunstancias y situación de vida. Y siempre tendemos a evadirnos de esa responsabilidad y buscar la culpa en el exterior.
Sentirnos conectados espiritualmente, es saber que algo muy superior a nosotros guía nuestros pasos. Que nada es casual, que todo tiene un por qué. El azar y la casualidad no existen. Todo lo que nos pasa, todo lo que acontece en nuestra vida es por algo, tiene una razón de ser. Lo único permanente, que perdura más allá de la tumba, es la conciencia. Porque nuestro cuerpo desaparecerá, al igual que nuestros pensamientos, emociones, sentimientos, nuestra mente, nuestra personalidad, nuestro ego. Sin embargo dentro nuestro, en nuestro interior más profundo, está nuestra esencia real, la que es eterna, inmutable, permanente, la que no puede ser destruida jamás.
Cuando nuestro cuerpo, mente, emociones y acciones estén en armonía será cuando estemos en sintonía, en un óptimo estado vibración y por tanto se manifestará una salud plena. La única forma de empezar a controlar nuestra propia vida es controlar nuestra forma de ver la vida, nuestra forma de pensar y de sentir, y así controlaremos nuestra palabra y nuestras acciones. Todo lo que pensamos y creemos, justamente va creando nuestro destino y futuro.
Todos nuestros problemas no son sino que oportunidades para crecer interiormente, la mayoría de ellos proceden de las vibraciones que hemos estado emitiendo en el pasado. ¿Quieres cambiar tu futuro? el único camino posible es trabajando desde el presente, aquí y ahora. Si cambias tu presente, cambiarás tu futuro. El mayor negocio que existe es el negocio de la enfermedad. No dejes tu salud en manos de otros, responsabilízate tu mismo. Recordemos que la única forma de curar una enfermedad incurable, es desde nuestro interior más profundo.
Para sanar es esencial ver y reconocer la verdad acerca de nosotros mismos, acerca de nuestra participación en la creación de nuestra vida y acerca de cómo nos relacionamos con los demás.
Enfermedad incurable, quiere decir curable desde el interior.
John Demartini
Nuestro cuerpo es un universo que funciona con la misma perfección, precisión e inteligencia que el cosmos.
El 99,999% del átomo es vacío, por lo que nuestro cuerpo está proporcionalmente tan vacío como el espacio intergaláctico. Aunque nuestros sentidos, nos digan lo contrario.
Somos vacío y energía vibrando armónicamente. Energía es información inteligente, es vibración y por tanto es, sonido. Nuestro cuerpo también es como un delicado instrumento musical que puede desafinarse, cualquier perturbación en él lo puede afectar.
Muchísimas veces la enfermedad es el resultado de nuestra forma de pensar y de sentir, y sobre todo de nuestra actitud frente a los sucesos y circunstancias de nuestra vida que modifican nuestra energía. Porque muchas veces no es lo que nos pasa en la vida, sino como nosotros reaccionamos frente a los acontecimientos.
Nuestra forma de ver la vida, es lo que determina como nos va en la vida. Síntomas y enfermedades, manifestaciones físicas de conflictos psicológicos y emocionales. No son otra cosa que la punta del iceberg. Lo que se ve a simple vista, es una pequeñísima parte. La verdad permanece oculta en nuestro subconsciente.
El que busca verdaderamente una solución a su enfermedad tiene que ir hacia su interior para poder sanar. Sobre todo si padece una enfermedad incurable, porque enfermedad incurable en realidad quiere decir curable desde el interior, desde nuestra conciencia.
Cuando una persona sufre un desequilibrio en su interior más profundo a nivel psicológico o mental, se manifestará en su cuerpo como un síntoma o una enfermedad física o psíquica. Un síntoma o una enfermedad es un toque de atención, nos están avisando de que prestemos atención, porque algo erróneo está pasando.
Es un mensaje del alma, un aviso del universo, es hora de hacer un cambio en nuestra vida. Muchas veces es cuestión de cambiar nuestra forma de pensar, de sentir y de ver la realidad. Ya que nuestra forma de ver la realidad, determina nuestra realidad.
¿Con que ojos sueles mirar la realidad? El síntoma o la enfermedad son procesos físicos visibles de un proceso nuestro psicológico invisible. El síntoma no es un monstruo al que debamos eliminar, es sólo un sistema de alarma que se ha puesto en funcionamiento, es una lucecita roja que se ha encendido, avisándonos de que algo en nuestro interior no anda del todo bien.
De la misma forma que tampoco hay que eliminar la fiebre, sólo controlarla, que no sobrepase los 40º. La fiebre en realidad nos cura, hace que el metabolismo de todo nuestro cuerpo se intensifique de tal forma que quema todas las toxinas, virus, bacterias o todo tipo de desechos metabólicos que ensucian nuestro medio interno. La fiebre en realidad, no sólo está acelerando el proceso de curación, sino que nos está sanando.
Para curarnos lo que hay que hacer es investigar en nuestro interior más profundo y buscar la causa de la enfermedad. Hay que apartar la mirada del síntoma o de la enfermedad y buscar más allá. Ir al origen, ir a la raíz del problema.
La enfermedad sólo tiene un fin, ayudarnos a reparar nuestras faltas, errores o carencias. La enfermedad en realidad es el camino hacia la curación. De hecho saca al exterior lo que estaba escondido y oculto. La enfermedad es el camino hacia la perfección, porque nos mejora como personas (sino a la corta, a la larga) y nos aporta una serie de valores que quizás antes no teníamos.
Si hacemos examen de conciencia, finalmente descubriremos la parte positiva que nos aporta la enfermedad. Si realmente queremos curarnos, deberemos sincerarnos con nosotros mismos y llevar estas faltas o carencias a nuestra conciencia, reconocerlas como tal. Muchas veces el problema no es tener faltas, defectos o carencias, sino no darse cuenta de ellos. Reconociéndolos, tenemos hecho la mitad del camino.
Todo el mundo ve los defectos de los demás, pero ¡que difícil es ver nuestros propios defectos! Muchas veces las personas con las que interactuamos, son espejos de nosotros mismos. Aunque nosotros nos veamos muy diferentes a ellas, en el fondo no lo somos. La sinceridad para con uno mismo es una de las más difíciles peticiones que nos podemos hacer.
El síntoma y la enfermedad ponen en evidencia cuestiones reprimidas y mantenidas ocultas, y por tanto nos hacen sinceros.
El ser humano tiene que aprender a comprender lo que la enfermedad viene a decirle. Cada trastorno, molestia o síntoma que ocurre en nuestra vida significa que hay una necesidad no cubierta. Debemos descubrir cuáles son esas necesidades. Y descubrir las pautas mentales causantes, la mayoría de las veces suelen ser rabia, crítica, auto-crítica, resentimiento, culpa, problemas afectivos, agresividad sin canalizar, problemas sexuales y todo tipo de pensamientos y emociones negativas.
Las personas con enfermedades cardiacas suelen ser personas que algo las ha obligado a cerrarse a la intimidad y al amor. Han endurecido su corazón. Y sólo se rompe un corazón duro. Estas personas que no escuchan a su corazón, que sólo se dejan llevar por la razón y la mente, acaban padeciendo alguna enfermedad del corazón. Finalmente el corazón toma el mando, y acaban a la fuerza prestando atención a su corazón.
Los enfermos de cáncer suelen ser personas que mantienen algún tipo de resentimiento de larga duración, o problemas emocionales pendientes con el pasado, que los hacen sentirse profundamente heridos.
La anemia está relacionada con una falta de alegría ante el proceso de la vida misma y con un sentimiento de no valer.
Las personas con hipoglucemia perciben la vida como una carga y se sienten abrumadas por esa pesada carga.
Hay una forma correcta de comer, basada en la adecuada proporción de hidratos carbono, proteínas y grasas que si la ponemos en práctica nos ayudará a solucionar este problema.
Las personas con diabetes (hiper-glucemia) tienen un afán no reconocido de realización amorosa y no son capaces de aceptar y abrirse al amor. El amor y lo dulce tienen una estrecha relación. El niño disfruta con el dulce, está en un periodo de su vida, en que necesita mucho amor. Y un adulto con carencias afectivas tenderá a darse un gusto con un dulce o con la comida en general, intentando compensar esa carencia.
Las personas con reumatismo tienen un sentimiento de víctima, una carencia afectiva y una amargura crónica.
Las personas con enfermedades artríticas suelen ser muy críticas con ellas mismas y con los demás, tienen una tendencia obsesiva a fijarse en lo negativo de la vida y de las personas. Y eso no hace sino que empeorar su mal. No se sienten amadas.
Las personas con colón irritable, suelen tener miedo a relajarse, y sienten inseguridad.
La crisis persistente de tos, en realidad es un deseo de ladrar al mundo, deseos que ser escuchado y tenido en cuenta.
Las personas con vértigo, tienen una obstinada negativa a mirar, porque lo que ven no les agrada. Sus pensamientos están dispersos, van y vienen.
Las personas con problemas de tiroides, sienten que no pueden nunca hacer lo que desean, además de un sentimiento de humillación.
Hipotiroidismo, desesperanza, bloqueo, la persona renuncia a todo intento.
Hipertiroidismo, rabia por ser dejado de lado.
Problemas en la piel, sentimientos de miedo, angustia, sensación de amenaza, problemas nerviosos. La piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo, es una gran superficie de proyección donde se muestran procesos psico-somáticos.
Erupción cutánea, problemas de contacto, roce y relación. Stress nervioso, miedo.
Acné juvenil, es la atracción y el miedo al instinto recién despertado de la sexualidad. No aceptación de uno mismo.
Psoriasis, la piel se vuelve como una coraza, uno se defiende protegiéndose. Detrás de toda defensa hay miedo a ser heridos. Cuanto más robusta la coraza, más sensibilidad y más miedo escondidos.
Prurito, irritación, ardor por temas de sexualidad y agresividad.
La conjuntivitis está muy relacionada con actitudes de enfado y frustración con lo que se ve en la vida.
El orzuelo, los niños y las personas con esta inflamación del párpado suelen ver la vida con ojos airados. Hay algo que les produce enfado.
Cataratas, lo que se ve, no produce alegría y no gusta, por tanto se cubre con una tenue cortina para mitigarlo.
Migrañas, las pueden producir muchos factores, desde un estreñimiento, tensión nerviosa, stress, ayuno, intolerancias y alergias ante un alimento, insatisfacción sexual (falta orgasmos), resistencia ante el fluir de la vida, auto-critica, invalidación de uno mismo, miedo.
Problemas en la garganta, laringitis, afonía, furia que impide hablar, impulso tremendo a hablar e incapacidad y miedo de hacerlo.
Nudo en la garganta, miedo, desconfianza.
Amigdalitis, miedo, rabia, emociones y creatividad reprimidas, la persona no puede ser ella misma.
Vegetaciones, conflictos familiares. Niño que se siente un estorbo.
Enfermedades pulmonares. Mediante la respiración todos estamos en contacto, respirando el mismo aire. Por muy deseosos que estemos de encerrarnos en nosotros mismos, la respiración nos obliga a mantener la unión con los demás. Los pulmones representan la capacidad de comprender e inspirar la vida. Son el contacto, la relación y la comunicación con el entorno. Aflicción, depresión, miedo de inspirar la vida. Sensación de no ser digno de vivir plenamente, problemas de contacto y libertad.
Asma, problemas de contacto, roce y relación. Miedo.
Pulmonía, Neumonía, heridas emocionales sin cicatrizar, no se permite su curación. Cansancio de la vida. Enfado.
Bronquitis, ambiente familiar conflictivo, peleas, gritos. Falta de comunicación, silencio.
Dolores, en general. Sentimiento escondido de culpa. La culpa busca castigo y el dolor es el castigo. Resistencia a lo que es. La resistencia crea más dolor. Algo necesita un cambio.
Meteorismo, dolor por acumulación de gases. Aferramiento de ideas y posturas. Temor. Ideas no digeridas.
Aerofagia, angustia, indigestión, esforzarse en aspirar la vida.
Enfermedades sanguíneas, las personas con este tipo de problema suelen padecer o haber padecido de problemas y conflictos familiares graves.
Las personas con sobrepeso suelen tener sentimientos de miedo y se suelen sentir desprotegidas, en muchos casos suelen ser personas con carencias afectivas e insatisfacción sexual. La comida se convierte en un paliativo de su insatisfacción, del tipo que sea. El sobrepeso también lo favorece la soledad, el aburrimiento, la tristeza, el rechazo, un sentimiento de fracaso, la sensación de impotencia, y las ideas negativas. La única dieta efectiva, es la abstención de pensamientos negativos. Muchas veces engordan más los remordimientos por el alimento que te estás comiendo, que el alimento en sí. Porque si tu crees que te engorda, ten seguro que lo hará. Creer es crear.
Periodontitis (piorrea). Cólera ante la incapacidad de tomar decisiones.
Anorexia nerviosa, mujeres que no quieren ser mujer, repudio a la feminidad y a la sexualidad. Miedo al sexo, a la proximidad y al calor. Egocentrismo encubierto, ansían atención y la consiguen por medio de la enfermedad. Tienen que hacer consciente su deseo de amor, sexo y egocentrismo.
Depresión, sentimiento de desesperanza. La agresividad no expresada o canalizada, se re-dirige hacia dentro, temor tanto a la vida como a la muerte. La agresividad hacia uno mismo, alcanza su máximo en el suicidio. Sentimiento de culpabilidad, baja auto-estima, ideas y pensamientos negativos recurrentes.
Ansiedad, la otra cara de la depresión. Depresión y ansiedad, distintas manifestaciones de la misma enfermedad. Pensamientos y creencias negativas. Se tiende a proyectar la mente en el futuro, lo que no nos permite vivir el presente. La preocupación y el sufrimiento psicológico, es un camino directo a la enfermedad. La fiebre de la prisa, aumenta la ansiedad.
Insomnio, Miedo, culpa, pensamientos negativos. Desconfianza en el proceso y fluir de la vida. Angustia, miedo de la vida, falta de confianza en el proceso de la vida. Resistencias, falta de fluidez. Pensamientos negativos. Apatía, negativa y resistencia a sentir, porque no agrada lo que se ve y se siente. Miedo.
Esclerosis múltiple, rigidez mental, dureza de corazón contra sí mismos y contra el mundo, miedo, inflexibilidad. No aceptar otra forma de ver las cosas. Su mismo nombre ya lo indica, múltiples endurecimientos. Al ser incapaces de imponerse, su frustración la interiorizan re-dirigiéndola contra sí mismos.
Problemas de espalda, se suele sentir una falta de apoyo en la vida. Suelen ser personas que se sobrecargan de trabajo y presión, más de la que pueden aguantar. Y sienten este exceso de tensión en forma de dolor de espalda. Cargar demasiada responsabilidad sobre nuestras espaldas revela un afán oculto de grandeza o quizás un complejo de inferioridad.
En la parte superior es un sentimiento de falta de apoyo emocional. Sensación de no ser amado.
En la parte media, sensación de llevar una pesada carga, atascamiento en el pasado.
Las personas con dolores en la parte baja de la espalda suelen padecer constantes problemas económicos en su vida, o al menos esa es la percepción que ellos tienen. Sienten una falta de apoyo económico.
Ciática, temor al futuro y a carecer de bienes materiales, inseguridad ante el porvenir. Rencor, agresividad reprimida, rechazo a algo o a alguna persona.
Tortícolis, falta de flexibilidad en nuestras opiniones y forma de ver la vida, rigidez de pensamiento. Terquedad.
Problemas de estómago, Incapacidad de digerir, asimilar lo nuevo en nuestra vida. Temor a lo nuevo. Falta aceptación.
Indigestión, miedo visceral, terror, angustia. Quejarse por todo.
Estreñimiento. Temor a soltar. Sentimiento de falta y carencia. Negativa a abandonar viejas ideas. Tacañería. Mezquindad.
Hemorroides, rabia por el pasado, temor a soltarse, sensación de carga.
Fibromas, quistes. Resentimiento, rencor contra la pareja afectiva. Sentimiento de "me han lastimado y herido injustamente".
Fibrosis quística, convicción de que la vida no va a ir bien, sentimiento de víctima.
Problemas en las articulaciones, representan cambios en la orientación de la vida, y la dificultad con que se llevan a cabo. Resistencia al cambio. Los cambios producen miedo.
Los riñones son la sede de la convivencia y de la comunicación con el prójimo. Los dolores y afecciones de los riñones se presentan cuando hay problemas de convivencia, problemas de relación con nuestros semejantes.
Vejiga de la orina, ante determinadas situaciones que nos producen tensión psicológica, experimentamos una necesidad de vaciar la vejiga. La tensión que se experimenta a nivel mental, acaba manifestándose en el plano físico, a través de la vejiga.
Hepatitis y problemas de hígado, es la sede de la rabia, ira, indignación y agresividad reprimida. Miedo y resistencia al cambio.
Cálculos biliares, amargura, juicios condenatorios, agresividad reprimida y petrificada.
Ictericia, prejuicios internos y externos, la forma de pensar y la razón están desequilibradas.
Herpes labial, enfado, disgusto y temor de expresarlo.
Herpes genital, culpa sexual, remordimientos.
Problemas menstruación, rechazo de la feminidad, culpa, temor. Relacionar genitales con sucio y pecaminoso.
Menstruaciones abundantes, se deben a que la mujer está sometida a un estrés emocional excesivo, combinado con la creencia de que no tiene ningún poder de elección en su vida y de que sus opciones están controladas por otros.
Problemas de la menopausia, miedo a envejecer, miedo a dejar de ser deseable, sensación de cualquier tiempo pasado fue mejor. Amargura por las oportunidades perdidas. Rechazo de una misma.
Rechinar de dientes al dormir, agresividad no manifestada, muchas veces inconsciente. Agresividad impotente, en estado latente.
Hipertensión. Personas que tienen un conflicto, pero que no lo afrontan. Viejo problema emocional no resuelto. Indicio de agresividad reprimida. Rehúyen los conflictos.
Hipotensión, ante un conflicto se evaden. Les falta ánimo y valor. Rehúyen los conflictos. Derrotismo.
Cuando padecemos algún tipo de gripe, catarro, resfriado, suele ocurrir que alguna situación de nuestra vida, nos ha hinchado las narices (metafóricamente) y nos está produciendo enfado (conflicto mental) y esa rabia se acaba manifestando en nuestro cuerpo. El conflicto mental al igual que un disgusto provoca el debilitamiento del sistema inmunológico y por tanto mayores posibilidades de enfermar.
Infección, enfado, irritación, rabia, fastidio.
Inflamación, ira, rabia pensamientos inflamados. Miedo.
Mononucleosis, enfado y rabia por no recibir amor y aprecio.
Adicciones, esconden algo. Toda adicción evita el contacto con la emoción. Puede ser un sentimiento de vacío existencial, falta de amor, sentirse solo, desconexión con nuestro ser superior. Nuestra realidad nos hace sufrir y la adicción enmascara nuestro sufrimiento, de forma temporal para luego recrudecerlo.
Heridas, enfado con uno mismo, conflicto mental. Culpabilidad.
Sida. Amor y sexo deben ir juntos, tienen que estar en equilibrio, sino no es posible alcanzar la unidad. Disociación entre amor y sexualidad. El amor no vivido, pasa al subconsciente, y a la larga se manifiesta en el cuerpo en forma de destrucción de las defensas del organismo. Amor es apertura, vulnerabilidad, entrega, unión. Amor no vivido en el plano espiritual, se vive en el plano físico, con una aniquilación de las defensas físicas.
Alzheimer, Negarse a enfrentar la vida. Desesperanza, desamparo.
Accidentes, incapacidad de hacerse valer, rebelión contra la autoridad. Problemas no resueltos. Son aprendizajes forzosos. Los accidentes a pesar de venir de fuera, están íntimamente ligados con nuestro interior. Por la ley de resonancia no podemos entrar en contacto con algo con lo que no tengamos nada que ver. La propensión al accidente existe para un determinado tipo de personas. Es una parada en nuestra vida, que debemos investigar. De esta nueva situación deberá surgir algo nuevo, una nueva orientación.
Nosotros somos responsables en un porcentaje muy alto de nuestra salud y de nuestra enfermedad. Pero esto no se tiene que percibir de forma negativa, sino todo lo contrario, hay oculto un mensaje positivo. De la misma forma que tenemos el poder de crearnos una enfermedad, tenemos el poder de curarnos esa enfermedad. Nuestra mente es tremendamente poderosa, nos puede hundir y enfermar pero al mismo tiempo nos puede salvar y curar. Sólo de nosotros depende.
Dentro nuestro, en nuestro interior más profundo, existe un lugar desde el cual todas las cosas son posibles. Los terapeutas estamos para ayudar pero quien realmente se cura es el paciente, el propio enfermo, y se cura cuando decide curarse. Cuando decide ir hacia su interior y preguntarse qué está haciendo mal, o quizás deberíamos decir que está pensando mal y por tanto sintiendo mal. Es responsabilidad de cada uno de nosotros, el buscar, indagar, cuestionar, perseverar hasta poder encontrar el mensaje, la enseñanza valiosa que se oculta en cada situación, suceso, vivencia, circunstancia, síntoma y enfermedad.
Cada vez que veamos un defecto en otra persona, deberíamos hacernos un exámen de conciencia, y cuando seamos capaces de ver nuestros propios defectos, sentiremos más comprensión ante los defectos de los demás. Otra práctica de crecimiento interior es centrarnos en encontrar virtudes en el prójimo, en lugar de enfocarnos en sus defectos. Si verdaderamente lo intentamos de corazón, las descubriremos. Ya que todos absolutamente todos, somos un compendio de defectos y virtudes. Es sólo cuestión de cambiar nuestro enfoque, en vez de mirar lo negativo, mirar lo positivo. La cara siempre mirando a la luz, y de espaldas a la oscuridad. En la vida no todo es blanco o negro, hay una gama infinita de grises.
Necesitamos cuidar bien nuestro pensar y sentir. Hay que tener una actitud mental positiva ante nosotros mismos, hacia los demás y hacia la vida en general. Y sentirnos conectados espiritualmente. Si realmente queremos una vida dichosa, deberemos tener pensamientos dichosos, lo cuales crearán emociones dichosas. Tenemos que aprender a observar a las personas y a los hechos sin que nuestro ego automáticamente cree un juicio de aprobación y conformidad o bien de condena o repulsa. A todos nos resulta tremendamente doloroso asumir nuestra responsabilidad total en nuestra vida, nuestras circunstancias y situación de vida. Y siempre tendemos a evadirnos de esa responsabilidad y buscar la culpa en el exterior.
Sentirnos conectados espiritualmente, es saber que algo muy superior a nosotros guía nuestros pasos. Que nada es casual, que todo tiene un por qué. El azar y la casualidad no existen. Todo lo que nos pasa, todo lo que acontece en nuestra vida es por algo, tiene una razón de ser. Lo único permanente, que perdura más allá de la tumba, es la conciencia. Porque nuestro cuerpo desaparecerá, al igual que nuestros pensamientos, emociones, sentimientos, nuestra mente, nuestra personalidad, nuestro ego. Sin embargo dentro nuestro, en nuestro interior más profundo, está nuestra esencia real, la que es eterna, inmutable, permanente, la que no puede ser destruida jamás.
Cuando nuestro cuerpo, mente, emociones y acciones estén en armonía será cuando estemos en sintonía, en un óptimo estado vibración y por tanto se manifestará una salud plena. La única forma de empezar a controlar nuestra propia vida es controlar nuestra forma de ver la vida, nuestra forma de pensar y de sentir, y así controlaremos nuestra palabra y nuestras acciones. Todo lo que pensamos y creemos, justamente va creando nuestro destino y futuro.
Todos nuestros problemas no son sino que oportunidades para crecer interiormente, la mayoría de ellos proceden de las vibraciones que hemos estado emitiendo en el pasado. ¿Quieres cambiar tu futuro? el único camino posible es trabajando desde el presente, aquí y ahora. Si cambias tu presente, cambiarás tu futuro. El mayor negocio que existe es el negocio de la enfermedad. No dejes tu salud en manos de otros, responsabilízate tu mismo. Recordemos que la única forma de curar una enfermedad incurable, es desde nuestro interior más profundo.
Para sanar es esencial ver y reconocer la verdad acerca de nosotros mismos, acerca de nuestra participación en la creación de nuestra vida y acerca de cómo nos relacionamos con los demás.
Enfermedad incurable, quiere decir curable desde el interior.
John Demartini
La corteza prefrontal
El lóbulo frontal es uno de los cuatro lóbulos de la corteza cerebral y constituye una región grande que está situada en la parte delantera del cerebro, justo detrás de la frente (ver figura 1). Es el responsable de procesos cognitivos complejos, las llamadas funciones ejecutivas. Estas funciones son operaciones mentales dirigidas hacia un fin que permiten el control conductual, es decir, posibilitan que podamos elegir, planificar y tomar decisiones voluntarias y conscientes. Según Elkhonon Goldberg, el lóbulo frontal es al cerebro lo que un director a una orquesta: coordina y dirige las otras estructuras neurales del cerebro en una acción concertada1.
Fig 1. Representación de los cuatro lóbulos cerebrales: frontal (rojo), temporal (azul), parietal (verde) y occipital (amarillo)2..
La memoria de trabajo, el lenguaje, el movimiento o la autoconciencia dependen del lóbulo frontal, así como la originalidad y la creatividad (para innovar hace falta conocer, lo que indica la importancia de la memoria de trabajo).
La región ejecutiva: la corteza prefrontal
La parte anterior de la corteza frontal, la corteza prefrontal (ver figura 2), desempeña el papel decisivo en las funciones ejecutivas a través de la integración de la información, permitiendo la elección de objetivos y la organización de los planes de acción para realizarlos. Constituye una región cerebral que nos hace humanos y únicos porque es de las más recientes filogenéticamente y la última en madurar en la ontogénesis3.
Se ha demostrado que existe una relación entre el desarrollo de las funciones ejecutivas y el proceso de maduración de la corteza prefrontal. Algunos estudios demuestran que en niños de 5 años ya se han desarrollado, parcialmente, la memoria de trabajo, la inhibición y la flexibilidad cognitiva que son componentes claves de las funciones ejecutivas4.
La corteza orbitofrontal, que forma parte de la corteza prefrontal, está implicada en el procesamiento y control socioemocional, en el trabajo cooperativo y su responsabilidad en las funciones frontales se debe a sus conexiones con la amígdala y el sistema de motivación y gratificación de la dopamina.
Desde la perspectiva educativa, es importante analizar el aprendizaje de las funciones ejecutivas del cerebro, dada su responsabilidad en la dirección y regulación de la conducta del alumno. El autocontrol y la capacidad de inhibir la respuesta instintiva constituyen factores críticos en la optimización del rendimiento académico (y no sólo académico).
El lóbulo frontal en acción: novedad y rutina
Diversos experimentos han demostrado que el lóbulo frontal se activa más cuando la tarea es novedosa. En un estudio5 se pedía a los participantes el verbo adecuado que representaba a un sustantivo que era presentado visualmente. Mediante la tecnología PET (tomografía por emisión de positrones) se observó un mayor flujo sanguíneo en el lóbulo frontal. Sin embargo, cuando los participantes seguían con el experimento y el proceso se convertía en rutinario, el flujo sanguíneo desaparecía. Al introducir una nueva tarea similar a la inicial, se observó un aumento del flujo sanguíneo frontal que no alcanzó los máximos iniciales. Esta investigación demostraba la importancia del papel desempañado por el lóbulo frontal en el procesamiento cognitivo novedoso. Cuando las tareas realizadas ya son conocidas la participación del lóbulo frontal es menor, asumiendo el control el resto de la neocorteza.
En otro estudio6 se midió el flujo sanguíneo cerebral (mediante la misma tecnología que el anterior) a participantes a los que se presentó una tarea novedosa y se observó que el lóbulo frontal derecho se activó más que el izquierdo. La práctica continuada de las tareas hacía que el lóbulo frontal izquierdo se activara más que el derecho. Esto sugiere que en el proceso de aprendizaje existe un desplazamiento del control cognitivo desde el hemisferio derecho al izquierdo conforme la tarea novedosa inicial se hace más familiar. Además, se comprobó una mayor activación en las partes posteriores de la corteza respecto a las frontales mientras se asimilaba la experiencia. Este estudio resultó de suma importancia porque también determinó que el lóbulo frontal (especialmente el derecho) es el responsable de mantener la atención continua. Y el que permite a nuestros alumnos, aburridos ante nuestras explicaciones, evitar la desconexión cuando creen que puede existir alguna información importante. Una muestra más de la confrontación continua entre el cerebro inconsciente (más emocional y automático) y la consciencia (más racional y no automática).
Autocontrol
En un artículo anterior 7, analizábamos los experimentos realizados por Walter Mischel sobre el aplazamiento de la recompensa en niños de 4 años de edad. La investigación demostró una correlación entre la incapacidad para controlar los impulsos básicos en la infancia y connotaciones socioemocionales y académicas negativas en la adolescencia. En concreto, las pruebas de aplazamiento de la recompensa de los niños de 4 años de edad predecían mejor que el cociente intelectual los resultados en las pruebas SAT (Test de Aptitud Académica).
Los experimentos de Mischel y similares sugerían cómo mejorar el autocontrol: cuando se dieron instrucciones a los niños impulsivos sobre cómo obviar la recompensa (en aquellos casos las golosinas) se observó que eran capaces de inhibir el impulso. La impulsividad infantil se puede educar de forma progresiva: el niño comienza obedeciendo las instrucciones del entorno familiar y educativo para luego darse a sí mismo las instrucciones necesarias para ejecutarlas. La dependencia inicial va generando la propia autonomía, construyendo una voluntad que no es innata, que depende del desarrollo y que constituye un factor crítico en la madurez social.
¿Por qué hay niños que son capaces de aplazar la recompensa con 4 años y otros no? Según Allan Schore 8, las interacciones sociales tempranas entre la madre y el niño son cruciales para el desarrollo normal de la corteza orbitofrontal durante los primeros meses de vida. Al gran crecimiento del cerebro durante el primer año, hay que añadir la influencia de los cuidadores sobre el bebé que afecta a las conexiones entre el cerebro ejecutivo (lóbulo frontal) y el cerebro emocional (sistema límbico).
Resumiendo, el niño necesita al adulto para que sea un guía válido que permita ayudarle en el proceso de reflexión y vaya induciendo creencias positivas sobre su capacidad.
Emociones y sentimientos en la toma de decisiones
Continuamente abogamos, como objetivo educativo esencial, por la enseñanza de la gestión emocional, asumiendo con naturalidad la presencia de emociones positivas y negativas aunque intentando cultivar las primeras en detrimento de las segundas. Las emociones y lo sentimientos que de ellas se derivan9 son componentes imprescindibles en los procesos de razonamiento, toma de decisiones y experiencias sociales. Aquí tiene un gran valor el habla interior: ¿Cómo realicé el ejercicio?, ¿qué consecuencias tuvo su resolución?, ¿qué emociones recuerdo de aquel suceso?,… Según Antonio Damasio , “el hecho de que los sentimientos sean acontecimientos mentales nos ayuda a resolver problemas no rutinarios que implican creatividad, juicio y toma de decisiones que requieren la presentación y manipulación de enormes cantidades de conocimuiento”.10
Somos conscientes que cuando manifestamos emociones positivas podemos focalizar la atención en las tareas deseadas, mientras que las emociones negativas (por ejemplo, la tristeza) pueden ralentizar el proceso de razonamiento. Además, las emociones desempeñan un papel importante en la cooperación. Como comentábamos anteriormente, el aprendizaje de comportamientos cooperativos implica a la corteza orbitofrontal y su falta de desarrollo en los niños hace que les sea difícil cooperar. La cooperación se aprende conviviendo, compartiendo y comprendiendo, que es lo que posibilita el lento desarrollo del lóbulo frontal a diferencia de otras especies. Aunque existen predisposiciones genéticas, el verdadero aprendizaje se obtiene en la escuela de la vida.
Consideraciones pedagógicas finales
Otro de los conceptos relevantes en el marco global de las funciones ejecutivas es el de la responsabilidad, que ha de ser aceptada y asumida por los alumnos. Cuando son capaces de identificar en qué pueden influir o no, aumenta la probabilidad de que acepten las consecuencias de su comportamiento.
Es muy importante tener objetivos, saber planificar, llevar a cabo estos planes y saber también evaluar los resultados, pero para ello hay que afrontar las dificultades que puedan surgir y aprender de los errores. Es conveniente que a los niños (especialmente a los más pequeños) se les recuerde los objetivos continuamente y, mediante la motivación adecuada, facilitar la atención que podemos favorecer elogiando los progresos y estableciendo rutinas para desarrollar las tareas. Lo novedoso estimula la atención y fomenta una actitud proactiva.
Impulsividad, hiperactividad, descontrol, falta de atención,…caracterizan a muchos de los niños en la actualidad, por lo que el aprendizaje de los sistemas ejecutivos se nos antoja imprescindible como objetivo educativo primordial. La toma de decisiones adecuadas requiere autocontrol, flexibilidad cognitiva, planificación o perseverancia. Como el desarrollo del lóbulo frontal depende de la interacción social, el proceso educativo resulta clave en la maduración del individuo. La educación cambia el cerebro y el cerebro va a cambiar mucho la futura educación.
Jesús C. Guillén
1 Goldberg, Elkhonon, El cerebro ejecutivo: lóbulos frontales y mente civilizada, Crítica, 2009.
2 Damasio, Hanna, Human brain anatomy in computerized images, Oxford University Press, 2005.
3 La filogenia hace referencia al origen y desarrollo de las especies mientras que la ontogenia se refiere a la formación y desarrollo del individuo. El lóbulo frontal (y en concreto la corteza prefrontal) apareció muy tarde en términos evolutivos y su desarrollo posibilitó la aparición del lenguaje, la conciencia o la cultura que nos hace seres humanos. Sin embargo, su desarrollo en el individuo no finaliza hasta entrada la edad adulta.
4 A. García-Molina et al., “Maduración de la corteza prefrontal y desarrollo de las funciones ejecutivas durante los primeros cinco años de vida”, Revista de Neurología, 2009. La flexibilidad cognitiva permite adaptar nuevas estrategias para aprender.
5 M.E. Raichle et al., “Practice-related changes in human brain functional anatomy during nonmotor learning”, Cereb Cortex 4, 1994.
6 J.M. Gold et al., “PET validation of a novel prefrontal task: delayed response alteration”, Neuropsychology, 1996.
7https://escuelaconcerebro.wordpress.com/2012/04/04/aplazamiento-de-la-recompensa-y-aprendizaje-emocional-2/
8 Schore, Allan, Affect regulation and the origin of the self: the neurobiology of emotional development, Lawrence Erlbaum Associates, 1994.
9 Las emociones son percepciones acompañadas de ideas y formas de pensar y los sentimientos son percepciones corporales y mentales mientras se manifiesta la emoción. Como dice Antonio Damasio en su obra Y el cerebro creó al hombre (Destino, 2010): “Las emociones, en general, operan de forma automática y en cierto modo a ciegas, hasta que empiezan a ser conocidas por las mentes conscientes en forma de sentimientos”.
10 Damasio, Antonio, En busca de Spinoza: neurobiología de la emoción y los sentimientos, Crítica, 2005, pág. 171.
Para saber más:
-Marina, José Antonio, La inteligencia ejecutiva, Ariel, 2012.
-Spitzer, Manfred, Aprendizaje: neurociencia y la escuela de la vida, Omega, 2005.
-Entrevista a Elkhonon Goldberg:
http://www.desdeelexilio.com/2008/06/09/el-cerebro-ejecutivo-entrevista-a-elkhonon-goldberg/
-Resumen sobre estrategias pedagógicas basadas en el funcionamiento cerebral:
https://escuelaconcerebro.wordpress.com/2012/12/27/neuroeducacion-estrategias-basadas-en-el-funcionamiento-del-cerebro/
Fig 1. Representación de los cuatro lóbulos cerebrales: frontal (rojo), temporal (azul), parietal (verde) y occipital (amarillo)2..
La memoria de trabajo, el lenguaje, el movimiento o la autoconciencia dependen del lóbulo frontal, así como la originalidad y la creatividad (para innovar hace falta conocer, lo que indica la importancia de la memoria de trabajo).
La región ejecutiva: la corteza prefrontal
La parte anterior de la corteza frontal, la corteza prefrontal (ver figura 2), desempeña el papel decisivo en las funciones ejecutivas a través de la integración de la información, permitiendo la elección de objetivos y la organización de los planes de acción para realizarlos. Constituye una región cerebral que nos hace humanos y únicos porque es de las más recientes filogenéticamente y la última en madurar en la ontogénesis3.
Se ha demostrado que existe una relación entre el desarrollo de las funciones ejecutivas y el proceso de maduración de la corteza prefrontal. Algunos estudios demuestran que en niños de 5 años ya se han desarrollado, parcialmente, la memoria de trabajo, la inhibición y la flexibilidad cognitiva que son componentes claves de las funciones ejecutivas4.
La corteza orbitofrontal, que forma parte de la corteza prefrontal, está implicada en el procesamiento y control socioemocional, en el trabajo cooperativo y su responsabilidad en las funciones frontales se debe a sus conexiones con la amígdala y el sistema de motivación y gratificación de la dopamina.
Desde la perspectiva educativa, es importante analizar el aprendizaje de las funciones ejecutivas del cerebro, dada su responsabilidad en la dirección y regulación de la conducta del alumno. El autocontrol y la capacidad de inhibir la respuesta instintiva constituyen factores críticos en la optimización del rendimiento académico (y no sólo académico).
El lóbulo frontal en acción: novedad y rutina
Diversos experimentos han demostrado que el lóbulo frontal se activa más cuando la tarea es novedosa. En un estudio5 se pedía a los participantes el verbo adecuado que representaba a un sustantivo que era presentado visualmente. Mediante la tecnología PET (tomografía por emisión de positrones) se observó un mayor flujo sanguíneo en el lóbulo frontal. Sin embargo, cuando los participantes seguían con el experimento y el proceso se convertía en rutinario, el flujo sanguíneo desaparecía. Al introducir una nueva tarea similar a la inicial, se observó un aumento del flujo sanguíneo frontal que no alcanzó los máximos iniciales. Esta investigación demostraba la importancia del papel desempañado por el lóbulo frontal en el procesamiento cognitivo novedoso. Cuando las tareas realizadas ya son conocidas la participación del lóbulo frontal es menor, asumiendo el control el resto de la neocorteza.
En otro estudio6 se midió el flujo sanguíneo cerebral (mediante la misma tecnología que el anterior) a participantes a los que se presentó una tarea novedosa y se observó que el lóbulo frontal derecho se activó más que el izquierdo. La práctica continuada de las tareas hacía que el lóbulo frontal izquierdo se activara más que el derecho. Esto sugiere que en el proceso de aprendizaje existe un desplazamiento del control cognitivo desde el hemisferio derecho al izquierdo conforme la tarea novedosa inicial se hace más familiar. Además, se comprobó una mayor activación en las partes posteriores de la corteza respecto a las frontales mientras se asimilaba la experiencia. Este estudio resultó de suma importancia porque también determinó que el lóbulo frontal (especialmente el derecho) es el responsable de mantener la atención continua. Y el que permite a nuestros alumnos, aburridos ante nuestras explicaciones, evitar la desconexión cuando creen que puede existir alguna información importante. Una muestra más de la confrontación continua entre el cerebro inconsciente (más emocional y automático) y la consciencia (más racional y no automática).
Autocontrol
En un artículo anterior 7, analizábamos los experimentos realizados por Walter Mischel sobre el aplazamiento de la recompensa en niños de 4 años de edad. La investigación demostró una correlación entre la incapacidad para controlar los impulsos básicos en la infancia y connotaciones socioemocionales y académicas negativas en la adolescencia. En concreto, las pruebas de aplazamiento de la recompensa de los niños de 4 años de edad predecían mejor que el cociente intelectual los resultados en las pruebas SAT (Test de Aptitud Académica).
Los experimentos de Mischel y similares sugerían cómo mejorar el autocontrol: cuando se dieron instrucciones a los niños impulsivos sobre cómo obviar la recompensa (en aquellos casos las golosinas) se observó que eran capaces de inhibir el impulso. La impulsividad infantil se puede educar de forma progresiva: el niño comienza obedeciendo las instrucciones del entorno familiar y educativo para luego darse a sí mismo las instrucciones necesarias para ejecutarlas. La dependencia inicial va generando la propia autonomía, construyendo una voluntad que no es innata, que depende del desarrollo y que constituye un factor crítico en la madurez social.
¿Por qué hay niños que son capaces de aplazar la recompensa con 4 años y otros no? Según Allan Schore 8, las interacciones sociales tempranas entre la madre y el niño son cruciales para el desarrollo normal de la corteza orbitofrontal durante los primeros meses de vida. Al gran crecimiento del cerebro durante el primer año, hay que añadir la influencia de los cuidadores sobre el bebé que afecta a las conexiones entre el cerebro ejecutivo (lóbulo frontal) y el cerebro emocional (sistema límbico).
Resumiendo, el niño necesita al adulto para que sea un guía válido que permita ayudarle en el proceso de reflexión y vaya induciendo creencias positivas sobre su capacidad.
Emociones y sentimientos en la toma de decisiones
Continuamente abogamos, como objetivo educativo esencial, por la enseñanza de la gestión emocional, asumiendo con naturalidad la presencia de emociones positivas y negativas aunque intentando cultivar las primeras en detrimento de las segundas. Las emociones y lo sentimientos que de ellas se derivan9 son componentes imprescindibles en los procesos de razonamiento, toma de decisiones y experiencias sociales. Aquí tiene un gran valor el habla interior: ¿Cómo realicé el ejercicio?, ¿qué consecuencias tuvo su resolución?, ¿qué emociones recuerdo de aquel suceso?,… Según Antonio Damasio , “el hecho de que los sentimientos sean acontecimientos mentales nos ayuda a resolver problemas no rutinarios que implican creatividad, juicio y toma de decisiones que requieren la presentación y manipulación de enormes cantidades de conocimuiento”.10
Somos conscientes que cuando manifestamos emociones positivas podemos focalizar la atención en las tareas deseadas, mientras que las emociones negativas (por ejemplo, la tristeza) pueden ralentizar el proceso de razonamiento. Además, las emociones desempeñan un papel importante en la cooperación. Como comentábamos anteriormente, el aprendizaje de comportamientos cooperativos implica a la corteza orbitofrontal y su falta de desarrollo en los niños hace que les sea difícil cooperar. La cooperación se aprende conviviendo, compartiendo y comprendiendo, que es lo que posibilita el lento desarrollo del lóbulo frontal a diferencia de otras especies. Aunque existen predisposiciones genéticas, el verdadero aprendizaje se obtiene en la escuela de la vida.
Consideraciones pedagógicas finales
Otro de los conceptos relevantes en el marco global de las funciones ejecutivas es el de la responsabilidad, que ha de ser aceptada y asumida por los alumnos. Cuando son capaces de identificar en qué pueden influir o no, aumenta la probabilidad de que acepten las consecuencias de su comportamiento.
Es muy importante tener objetivos, saber planificar, llevar a cabo estos planes y saber también evaluar los resultados, pero para ello hay que afrontar las dificultades que puedan surgir y aprender de los errores. Es conveniente que a los niños (especialmente a los más pequeños) se les recuerde los objetivos continuamente y, mediante la motivación adecuada, facilitar la atención que podemos favorecer elogiando los progresos y estableciendo rutinas para desarrollar las tareas. Lo novedoso estimula la atención y fomenta una actitud proactiva.
Impulsividad, hiperactividad, descontrol, falta de atención,…caracterizan a muchos de los niños en la actualidad, por lo que el aprendizaje de los sistemas ejecutivos se nos antoja imprescindible como objetivo educativo primordial. La toma de decisiones adecuadas requiere autocontrol, flexibilidad cognitiva, planificación o perseverancia. Como el desarrollo del lóbulo frontal depende de la interacción social, el proceso educativo resulta clave en la maduración del individuo. La educación cambia el cerebro y el cerebro va a cambiar mucho la futura educación.
Jesús C. Guillén
1 Goldberg, Elkhonon, El cerebro ejecutivo: lóbulos frontales y mente civilizada, Crítica, 2009.
2 Damasio, Hanna, Human brain anatomy in computerized images, Oxford University Press, 2005.
3 La filogenia hace referencia al origen y desarrollo de las especies mientras que la ontogenia se refiere a la formación y desarrollo del individuo. El lóbulo frontal (y en concreto la corteza prefrontal) apareció muy tarde en términos evolutivos y su desarrollo posibilitó la aparición del lenguaje, la conciencia o la cultura que nos hace seres humanos. Sin embargo, su desarrollo en el individuo no finaliza hasta entrada la edad adulta.
4 A. García-Molina et al., “Maduración de la corteza prefrontal y desarrollo de las funciones ejecutivas durante los primeros cinco años de vida”, Revista de Neurología, 2009. La flexibilidad cognitiva permite adaptar nuevas estrategias para aprender.
5 M.E. Raichle et al., “Practice-related changes in human brain functional anatomy during nonmotor learning”, Cereb Cortex 4, 1994.
6 J.M. Gold et al., “PET validation of a novel prefrontal task: delayed response alteration”, Neuropsychology, 1996.
7https://escuelaconcerebro.wordpress.com/2012/04/04/aplazamiento-de-la-recompensa-y-aprendizaje-emocional-2/
8 Schore, Allan, Affect regulation and the origin of the self: the neurobiology of emotional development, Lawrence Erlbaum Associates, 1994.
9 Las emociones son percepciones acompañadas de ideas y formas de pensar y los sentimientos son percepciones corporales y mentales mientras se manifiesta la emoción. Como dice Antonio Damasio en su obra Y el cerebro creó al hombre (Destino, 2010): “Las emociones, en general, operan de forma automática y en cierto modo a ciegas, hasta que empiezan a ser conocidas por las mentes conscientes en forma de sentimientos”.
10 Damasio, Antonio, En busca de Spinoza: neurobiología de la emoción y los sentimientos, Crítica, 2005, pág. 171.
Para saber más:
-Marina, José Antonio, La inteligencia ejecutiva, Ariel, 2012.
-Spitzer, Manfred, Aprendizaje: neurociencia y la escuela de la vida, Omega, 2005.
-Entrevista a Elkhonon Goldberg:
http://www.desdeelexilio.com/2008/06/09/el-cerebro-ejecutivo-entrevista-a-elkhonon-goldberg/
-Resumen sobre estrategias pedagógicas basadas en el funcionamiento cerebral:
https://escuelaconcerebro.wordpress.com/2012/12/27/neuroeducacion-estrategias-basadas-en-el-funcionamiento-del-cerebro/
Recomendado 1¿Cómo explicar el gran retorno de los antepasado con la psicoterapia? Freud no ignoraba su imporancia: ninguno de nosotros está únicamente deterinado por el triángulo papá-mamá-bebé, sino por na cascada de influencias que llegan de todo nuetro árbol genealógico. Sin embargo, el fundador el psicoanálisis ya tenía suficiente trabajo conel complejo de Edipo y, según dicen algunos, apacó conscientemente el estudio de los antepasados Hemos tenido que esperar un siglo para que los sicoanalistas reconozcan verdaderamente la dimenión transgenealógica. Y, de repente, este reconoimiento se ha convertido en un movimiento. Bajo l lema «,estés donde estés tu familia siempre est contigo: acéptala y bendícela pero... libérate e ella»,, la psicogenealogía emerge en muchas práticas y escuelas. Y este libro presenta estas prcticas y escuelas a través de siete entrevistascon los siete principales actores de este moviminto: ANNE ANCELIN SHÜTZENBERGER, que se enconró sobre la pista transgeneracional mientras invstigaba extrañas enfermedades que se repetían degeneración en generación. ALEJANDRO JODOROWSK, que presume de haber sido de los primeros en rdescubrir la importancia del árbol genealógico.ERT HELLINGER, que reconoce haberse visto infuido por la cultura zulú cuando inventó las Conselaciones Familiares. DIDIER DUMAS, que abre l enfoque transgeneracional a la Biblia y a dimesiones no occidentales (taoísmo, chamanismo, etc). CHANTAL RIALLAND, que afirma que cada uno uede influir en su destino. SERGE TISSERON, qe centra su atención en los secretos de familia ue llegan a ser patológicos. VINCENT DE GAULEAC, que demuestra cómo los árboles genealógicos e reagrupan en grandes familias sociales.
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Clásico Romántico:Rafael Pombo |
Recomendado 3Deepak Chopra nos dice, en su libro Sincro Destino, que en nuestras vidas todos los días ocurren milagros. Es cuando por arte de magia aparecen oportunidades y coincidencias significativas a nuestra medida que podemos elegir percibir o ignorar.
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